El gobierno chavista oculta las cifras que indican que Venezuela entró en hiperinflación

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El 23 de enero, Delcy Rodríguez, vicepresidente de la República y ministra de Finanzas, soltó en un encuentro con empresarios turcos que la tasa de inflación anual de Venezuela fue 234% al culminar 2022. La cifra no ha sido confirmada por el Banco Central de Venezuela (BCV), única institución obligada, según el artículo 319 de la Constitución a publicar periódicamente las variables macroeconómicas del país. Economistas aseguran que el ente emisor perdió su autonomía y actúa subordinado al Poder Ejecutivo, y su opacidad en las cifras obedece a que Venezuela ha entrado nuevamente en hiperinflación.

El BCV tiene trancada las cifras de inflación de noviembre y diciembre 2022, y de enero y febrero de este año. También oculta las cifras de la balanza de pagos del país (entrada y salida de divisas), del Producto Interno Bruto (PIB) y de las reservas del oro, porque el reporte que tiene el Consejo Mundial del Oro es completamente diferente a lo que publica el BCV. Esa opacidad ha sido una práctica recurrente desde el primer trimestre de 2019, expresó a LA PRENSA el economista, Jesús Casique.

Indicó que, según estudios económicos de fuentes secundarias, el PIB del país pudo haber crecido en 2022 alrededor de 15,3% y se proyecta que para este año haya una desaceleración de la actividad económica y el crecimiento sea de apenas 6,5% al cerrar diciembre.

Es muy factible que el BCV no publique las cifras de inflación porque el país está entrando otra vez en hiperinflación.

Hay que recordar que según datos oficiales, Venezuela atravesó 49 meses de hiperinflación desde 2017 hasta 2021. Ocupamos el segundo puesto a nivel mundial de hiperinflación más larga, sólo superados por Nicaragua que atravesó 63 meses de hiperinflación entre 1986 y 1991, especificó.

De acuerdo con el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), febrero de 2023 registró una tasa de inflación mensual de 20,2%, y el país tiene una inflación anualizada de 537,7%, así lo dieron a conocer este 08 de marzo. Casique señala que, según la teoría económica de Phillip Cagan (1956), un país entra en hiperinflación cuando el aumento de precios supera el 50% al mes, por tres meses recurrentes.

Pero en términos contables, hay una teoría más moderna, la de Reinhart y Rogoff (2011), que utilizan el término de hiperinflación cuando una nación registra una tasa anual de variación de los precios equivalente al 500%.

Un tuit publicado por el economista, Hermes Pérez, señala que la hiperinflación destruye el poder de compra, acaba con los ahorros y genera pobreza.

Desconfianza

Casique precisó que esa negativa del BCV de no publicar datos, distorsiona la economía porque socava la confianza de los inversionistas extranjeros y nacionales que requieren transparencia. Actualmente tenemos un BCV que es un apéndice de Miraflores, exclamó.

Naudy Pereira, economista, explicó que el BCV está obligado a informar el comportamiento de las magnitudes macroeconómica de Venezuela porque eso tiene incidencia en las decisiones que van a tomar los empresarios para aumentar o no su capacidad instalada, incrementar su producción, o poder generar empleos. Esas cifras le indicarían a un inversionista si hay posibilidades o no de continuar invirtiendo, y a los consumidores les interesa saber la tasa de inflación y la variación de los precios, porque de eso depende la planificación de su presupuesto familiar, manifestó.

Así como el BCV no publica cifras, tampoco lo hace desde hace varios años el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

El país no tiene certeza oficial de cuál es la tasa de desempleo, ni de población, ni de la Canasta Alimentaria Normativa. Lo que existe son estimaciones de estudios que hacen firmas privadas. Está subordinado Casique mencionó que el 1º de febrero fue designado Miguel Pérez Abad como presidente del BCV, en sustitución de Calixto Ortega. Pérez Abad no es economista, es ingeniero, ya por ahí no es una persona competente para ese cargo, mencionó.

Recordó que Pérez Abad no puede actuar con autonomía como establece la Constitución, porque ha sido un empresario vinculado al Gobierno. Fue presidente de Fedeindustria, en 2015 fue designado comisionado del Estado Mayor Económico. En 2016 fue vicepresidente de Economía Productiva y ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, también fue presidente del Banco Bicentenario.

En los últimos 25 años, el Gobierno viene controlando la designación del presidente del BCV, institución que ha quedado como una torre de cemento porque se ha venido diezmando su capacidad para crear políticas que permitan detener la inflación, frenar la pérdida del poder adquisitivo de los venezolanos y crear crecimiento económico. Delcy Rodríguez tampoco está preparada para ocupar la cartera de finanzas, porque no es economista, es abogada y su gestión en el Gobierno ha sido nefasta, sentenció Casique.

Es un error anclar el tipo de cambio

El economista, Alejandro Casto, informó que uno de los motivos por los que el país entró en hiperinflación es por el incremento que ha tenido el tipo de cambio. Al cierre de 2022 el tipo de cambio estuvo en 17 bolívares por dólar, ahora ronda los 25 bolívares. En buena medida el tipo de cambio se ha venido depreciando considerable a inicio de año.

¿Qué ha hecho el Gobierno? Ha dejado repuntar el tipo de cambio. El BCV no está interviniendo en el mercado cambiario tanto como lo había hecho en el pasado. También en aras de disminuir la brecha de sobrevaluación cambiaria que había en el pasado que era mucho mayor que hoy. El tipo de cambio de equilibrio quizás ronde en este momento los 60 bolívares por dólar, pero lo han mantenido en 25 bolívares, indicó.

Esto también ha sido con el propósito de mantener menos presión en las reservas internacionales. Quemar menos reservas ha sido una de las intenciones del Gobierno, expresó. Señala que el país enfrenta serios problemas en materia de reservas.

Las reservas operativas de Venezuela están por debajo de 800 millones de dólares, y las totales están por el orden de los 5.000 millones de dólares. Lo cual obliga aún más a que las reservas internacionales operativas y la oferta de divisas en el mercado oficial se haga de manera más fraccionada, y eso también tiene al Gobierno en una diatriba de qué hacer: ¿Sigo monetizando el déficit fiscal o paro la monetización del déficit fiscal y todas las consecuencias que eso trae consigo como, por ejemplo, alargar el incremento del salario mínimo, a pesar de las protestas que mantienen los trabajadores del sector público desde enero, resaltó.

El economista, Jesús Casique, señala que la medida del Gobierno de mantener el tipo de cambio anclado con alta inflación sólo ha generado un ciclo de sobrevaluación cambiaria. Eso representa que en Venezuela es mucho más barato importar que producir, argumentó.

Se extrae menos petróleo

Alejandro Castro, economista, indica que si el país ha registrado una desaceleración económica desde el último trimestre de 2022, es en parte consecuencia por la caída de la producción petrolera. Según el reporte de Reuters, en el mes de febrero Pdvsa produjo 550 mil 520 barriles de petróleo al día. No veíamos niveles de producción tan bajos desde octubre. Nosotros veníamos de una producción por el orden de 700 mil barriles por día y ahora hemos bajado, mencionó.

Recordó que el principal motor económico de Venezuela es el petróleo, que puede motorizar a otros sectores productivos. Los otros sectores económicos pueden ayudar, pero no a la misma magnitud en la generación de

divisas que proporciona la industria petrolera. Los mercados no tradicionales como el café, el cacao, el ron, exportaciones de pescados, frijoles chinos, ganado vacuno en pie, generan divisas, pero es una recuperación económica más lenta para Venezuela, dijo.

Dólar pierde poder de compra a diario

El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, informó en una conferencia titulada Análisis de Entorno Venezolano y Escenarios, que desde 2017 cuando en el país se registraba escasez de productos de primera necesidad por los controles de precios, hasta la actualidad, el dólar ha perdido 84% de su poder de compra.

Asimismo, señaló que si bien ya el país no registra escasez, el principal problema ahora es que la población cada vez puede comprar menos, por su menguado poder adquisitivo.

De acuerdo con Datanálisis, la mayoría de los venezolanos (32,4%) su principal preocupación es la alta inflación, seguido de la falta de agua y servicio eléctrico. Al 22,6% le preocupa la corrupción y el 22,3% le angustia la crisis económica de Venezuela. Asimismo, dijo que el 38% de venezolanos vive en un estrato social de pobreza.

No ven cambios

El economista, Dilio Hernández, sostiene que por ser el 2023 un año preelectoral, no se proyectan cambios en la política del Banco Central de Venezuela.

El Ejecutivo nacional va a seguir manteniendo un control sobre el BCV porque le permite disponer de una caja chica para resolver los problemas de déficit fiscal del gobierno y Miguel Pérez Abad, presidente del BCV, no tiene la autonomía ni disposición para hacer cambios. En tal sentido, la mayor autonomía del ente emisor para manejar la política económica del país no está a la vuelta de la esquina, eso no es una meta a corto plazo para los venezolanos, expresó.

Ana Uzcátegui – La Prensa Táchira