¡Ya basta!
Nada vamos a conseguir si seguimos siendo guiados por los mismos de siempre; por aquellos que han fracasado una y otra vez.
Hasta cuándo seguiremos creyendo en la frase infausta de doblarse para no partirse que no solo fue tristemente célebre cuando se pronunció, sino que ha sido trágicamente un dogma para quienes han estado al frente de la oposición venezolana.
Es hora que la cabuya se reviente; no podemos seguir en el mismos círculo vicioso.
Las cúpulas de la oposición tradicional –esa misma que ha pretendido dejar al margen a María Corina Machado– se humilla, se arrodilla frente a Maduro y se acomoda en una especie de relación simbiótica entre Miraflores y esos “cabecillas políticos”.
Ellos tuvieron su oportunidad.
Por 22 años hicieron la oposición que ellos decidieron, botaron por la borda oportunidades y nunca lograron los objetivos del cambio.
Es por ello, que ahora más que nunca, toma fuerza la posición de María Corina Machado.
María Corina es el cambio, dentro y fuera de la oposición.
Ella es radicalmente la mejor opción por ser una mujer sincera, inteligente, bien preparada, valiente, honesta, firme, consecuente y sobre todo representa una visión no socialista para Venezuela.
María Corina Machado es la líder liberal que el país necesita en este momento histórico.
Con ella se acabarán los atropellos de los totalitarios y los sectarismos de los atornillados de siempre.
Así de simple.
