Vídeo…El asesinato de Carlos Lanz: cayapa endógena

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Por: Luis Aristimuño
La investigación criminal requiere recopilar hechos y evidencias y, a partir de ellas, formular hipótesis interpretativas. Estas llevan a posibles sospechosos; y en los delitos de desaparición física (rapto o asesinato) las sospechas naturales, por asociación lógica, recaen en la persona más cercana.
En la investigación sobre la desaparición de Carlos Lanz, desde agosto de 2020, fue solo el día 4 cuando su esposa, Mayi Cumare, junto a sus cómplices, es detenida. Eso, porque el crimen había sido chivateado.
Otro detalle llama aún más la atención: la cantidad de participantes: 12 detenidos por su planificación y ejecución. Prácticamente una cayapa. Dudo que no se haya extendido a muchas otras personas.
Quizás por fallas institucionales no se realizó una investigación y vigilancia bajo la presunción de la desaparición forzada pasional; o la vara alta en el chavismo del occiso y de la ahora señalada como autora intelectual, directora del INCE- Aragua, la impidió.
En todo caso, el nudo desde donde surge la intención criminal fue la corrupción en el sector público: el occiso presuntamente anteponía obstáculos a ella sin atreverse a denunciar. Era cómplice.
Es de destacar la perversidad en el asesinato, evidenciada la frialdad del testigo presentado por el Fiscal chimbo en su reconstrucción: una narrativa llena de signos chavistas. “Crimen endógeno”, lo calificó, como si estuviera contando una “victoria revolucionaria”. Se percibe la impunidad anticipada, la maldad empoderada cuando no siente la necesidad de ocultar rastros por ausencia de justicia.
Nos preguntamos: ¿quién estará más enfermo? ¿La que ordenó el crimen; los sicarios ejecutores que destazaron el cadáver y lo dieron a comer a los cerdos; el sicópata que contó los detalles o quien le dio a este tribuna pública nacional? (Lady Macbeth. Óleo sobre lienzo. George Cattermole 1800 -1868. Inglaterra)
https://youtu.be/XUe2V5shBS4