El G4 busca una bombona de oxígeno urgente en uno de sus peores momentos

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Henry Ramos Allup, líder del partido socialdemócrata Acción Democrática (AD), habla durante una rueda de prensa hoy, en Caracas (Venezuela). El exdiputado opositor venezolano Freddy Guevara, político muy cercano a Juan Guaidó, apostó este martes por “pasar a un proceso de convivencia” entre fuerzas políticas que incluya al oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), fundado por el fallecido presidente Hugo Chávez. EFE/ Miguel Gutiérrez

La oposición democrática venezolana intenta resucitar por enésima vez en uno de sus peores momentos históricos. «Hemos refundado la Plataforma Unitaria como una instancia amplia e inclusiva que cuenta con un reglamento de funcionamiento con reglas de juego muy claras y áreas de trabajo concretas», comunicó hoy esta alianza política, conformada por diez partidos opositores.

Al frente, como secretario ejecutivo, se ha designado a Omar Barboza, expresidente de la Asamblea Nacional (AN) y dirigente de la socialdemócrata Un Nuevo Tiempo (UNT), uno de los cuatro partidos que integraba el G-4. Su labor se centrará en ayudar a que los debates en su seno se desarrollen de forma «armónica» en busca del «fortalecimiento de la unidad», en una estrategia que hace recordar a la añorada Mesa de la Unidad Democrática, la que condujo al gran triunfo electoral en las elecciones parlamentarias de 2015.

El primer reto será fijar una fecha para elecciones primarias internas, a celebrar el año que viene, en las que se elegirá un candidato de consenso para las presidenciales de 2024. La mayoría de los partidos apuesta por celebrar estas elecciones sin el Consejo Nacional Electoral (CNE), ente manejado por Nicolás Maduro, pese a las presiones y amenazas del oficialismo.

«A partir de este momento daremos inicio a un profundo proceso de consultas con todo el país a los fines de construir juntos este poderoso mecanismo para la escogencia de la candidata o candidato unitario», concluye el comunicado.

El cónclave celebrado la semana pasada en Panamá, en el que participaron dirigentes de todos los partidos, como Leopoldo López por Voluntad Popular (VP) o Julio Borges por Primero Justicia (PJ), contó con el respaldo de la administración de Joe Biden, según reconocieron dos fuentes distintas a EL MUNDO. Washington considera indispensable y fundamental que la oposición democrática aparezca unida de nuevo, tras muchos meses de luchas intestinas, buena parte fomentadas desde el Palacio de Miraflores.

«Espero ser útil para unir a toda la oposición, más allá de los que integramos la Plataforma Unitaria», destacó Barboza. Además del G-4, están presentes en la alianza partidos como La Causa R, liderada por Andrés Velásquez, y Encuentro Ciudadano, con la diputada Delsa Solórzano al frente. Varios de los partidos más pequeños forman parte de Salvemos Venezuela, creada en torno a la figura del presidente encargado, Juan Guaidó.

«Los retos son muchísimos pero tal vez el bajo perfil de Barboza pueda ayudar a que políticamente se logre algún tipo de cohesión, que ahora mismo es inexistente, no sólo entre los partidos de la oposición, sino incluso dentro de ellos mismos, como PJ, por ejemplo», destaca para este periódico el analista político Walter Molina.

Barboza, de 77 años, pasó desapercibido por la presidencia de la AN, un año sin pena ni gloria. Pero era el único que encajaba en el perfil deseado por lo partidos, que de momento se van a rotar como portavoces de la Plataforma Unitaria. Falta por elegir quiénes serán los que acompañen al nuevo secretario ejecutivo en su cometido.

Ante un país alejado de los políticos y que se ha centrado de lleno en la supervivencia, los retos de la oposición son enormes. «El primero es hacer que las personas tengan confianza en esta Plataforma, algo muy complicado teniendo en cuenta que los nombres son prácticamente los mismos, pero no imposible si las cosas se hacen correctamente. El segundo reto es marcar una ruta clara, con acciones específicas dentro y fuera del país cuyo objetivo final sea democratizar, porque esa es la única solución para Venezuela. Es claro que si alrededor de una figura se aglomera la oposición, la real, la que busca el cambio, las posibilidades de generar el quiebre son mayores», resume Molina.

El Mundo de España – Daniel Lozano